Cuando vi la película de los juegos del hambre mis expectativas eran altas por la historia que me habían planteado; pero el resultado fue algo decepcionante y por tal motivo no esperaba mucho de esta segunda parte, ni de los mismos libros que son el cauce del cual la película bebe.
Pero poco después de ver la segunda película, que ahora forma parte de una saga cuyo número de entregas nuevamente estará conformado por la ahora clásica fórmula:
Cantidad_peliculas = Cantidad_libros + 1
Para mi grata sorpresa, esta segunda película, llamada Los Juegos del Hambre: En Llamas, supera en todos sus aspectos a la primera parte. Con lo que paso de sentirse una película mediocre a una película buena. ¿Cómo se rompe el paradigma de “segundas partes nunca fueron buenas”? La respuesta es sencilla, reforzando las cosas bien hechas que se tenían en un principio y falto reforzar. Específicamente, las siguientes:
Los juegos.
Los juegos del hambre son la temática principal de la primera película y aunque en esta segunda parte comienza a perder protagonismo no por eso dejan de ser importantes. Los juegos consisten en una competencia entre un grupo de 24 jóvenes seleccionados entre 12 distritos (Cada distrito envía un participante azul y otro rosado para el evento) que deben pelear a muerte hasta que solo sobreviva uno. Todo televisado, por supuesto. Sabemos que no es la historia más original del mundo, la hemos visto en otras películas, pero no deja de ser una historia atrayente.
Es una buena premisa, pero una vez visto los juegos en sí no eran tan terribles como la gente pensaba. Después de todo los participantes fueron liberados para pelear en un bosque con agua abundante y temperatura muy agradable. Fuera de alguna abeja asesina y un perro digital no había muchos problemas con los cuales lidiar además de tus compañeros; pero en esta segunda película tenemos verdaderas amenazas que hacen que los participantes empiecen a caer como moscas: niebla venenosa, mandriles asesinos, maremotos, campos de fuerza, rayos… aquí cada cosa con la que te topas te puede matar.
Los participantes
La premisa original nos narra que los participantes de los juegos son seleccionados en un sorteo entre los jóvenes de cada distrito. La mayoría son obligados a ir contra su voluntad; pero hay algunos psicópatas de los distritos más ricos que entrenan desde pequeños para ofrecerse como voluntarios a participar y ganar fama y gloria... si sobreviven. Esta cosecha de participantes da como resultado tener por un lado a verdaderos asesinos, y por otro a muchos insectos que solo van a morir.
La segunda película nos da un giro a esta situación. Con una creciente necesidad del tiránico gobierno de la historia, para detener una posible rebelión, decide realizar un evento especial en los juegos para asustar a la gente, con una justificación tan tonta que no tiene cas mencionar. Los participantes de los juegos son seleccionados ahora de entre los ganadores previos de los últimos 75 años, lo que incluye a nuestros dos protagonistas. Ahora tenemos a 24 participantes, de los cuales todos han ganado los juegos al menos una vez, es decir, casi 24 asesinos expertos compitiendo entre sí. Una situación mucho más interesante que en la primera entrega. Por supuesto la variedad de personajes nos presenta algunos que en su tiempo ganaron por algo parecido a la suerte, y a otros que ganaron los juegos hace mucho tiempo (50 años o más); pero en general son bastante competentes y la situación tienes más pro que contras.
El “romance” entre los protagonistas
El romance (que no es romance) entre los dos protagonistas de la historia es uno de los puntos fuertes. Para sobrevivir a los juegos juntos, Kat y Pitta (rosa y azul del distrito 12 respectivamente) deciden montar un teatro de amor entre ambos para ganar la simpatía del mundo y que los administradores del juego tuvieran que dejarlos a ambos ganar. Es este hecho lo que dispara los eventos de la secuela, puesto que de los protagonistas no están enamorados de verdad, solo fingen para mantenerse con vida, o al menos uno de los dos lo hace así. Ese juego de amor entre falso y verdad que jueguen ambos personajes es muy bueno y creíble. El sufrimiento de uno por querer al otro en secreto, la culpa del otro por no corresponderle, el acercamiento que se va dando y como tienen que verse felices ante el mundo es algo de lo que solo se vio una pisca en la primera película; pero en esta segunda adquiere matices más profundos y llega a convertirse en realidad por momentos. 5 minutos de este romance falso es mejor que las 5 películas de Crepúsculo.
El mundo dentro de la película
Sabemos que el mundo que rodea la vida de los juegos del hambre es un asco. No es cualquier cosa el que tener que sacrificar a 24 jóvenes de entre los distritos cada año para mantener al pueblo con miedo y controlado. Pero que tan malas son las cosas para los distritos bajos es algo que ahora vemos con más claridad. Y del mismo modo vemos como las acciones de la protagonista en la primera película impactaron al mundo en donde vive. Ese mundo ya no es un mundo futurista en estasis atrapado en un tiempo determinado, sino que se siente vivo, respira y se tambalea con la idea de una próxima revolución. En pocas palabras, ahora si uno se la cree el que pueda ser una compleja sociedad-futurista-post-apocalíptica-revolucionaria.
Por desgracia no todo es miel sobre ojuelas. La película tiene defectos, y principalmente ocurren con la narrativa. Y es que en ocasiones hay cosas que pasan demasiado rápido y con muy poca explicación que uno tiene que poner de mucho de su parte para poder ver la coherencia en las situaciones. A veces siento que el Director piensa que todos ya leímos el libro y que vemos la película para repasar; pero no es así, por lo cual hubiera agradecido más de explicación en momentos clave.
El último punto negativo es algo que comparte con el libro. Y es que siendo la mitad de una trilogía, el final se queda igual que la mayoría de los segundos episodios de trilogías cinematográficas o sus semejantes (es el efecto Volver al Futuro II). Simple y sencillamente el final se queda en “Continuará…”. Es en este último punto quizás en el único en que es inferior a su predecesora, lo que hace que no sea perfecta, y es que sabemos que con certeza no se podrá superar lo que se hizo con esta historia, ni en el libro ni en la película por igual, porque simplemente se alejará de la temática que tomo la historia para despegar y se llevará a otro nivel. Piensen en Harry Potter y su curioso desenlace que, aunque no es malo, se siente fuera de ritmo con respecto al resto de las entregas de la franquicia.
Aun así sería injusto no recomendar En Llamas a todos, es una película que se disfruta en muchas formas y que muestra lo bien que pueden hacerse las cosas cuando se esfuerzan en un pulir un producto y mejorar su presentación. Una buena película, por lo tanto, esta vez no hay mojones.