La nueva película de los X-Men tiene la novedad de ser dirigida nuevamente por Bryan Singer, director de las primeras dos entregas de esta peculiar saga, en la que la más reciente entrega, Días del futuro pasado, es a su vez la más peculiar de las películas que la componen. Ya que funciona a la vez de secuela de la película X-Men III (2006) y Wolverine (2013), pero al mismo tiempo cuenta eventos que se desarrollan muchos años antes, siendo así una precuela de la original X-Men (2000) y X-Men Origenes: Wolverine (2009) y al mismo tiempo secuela de X-Men: Primera generación (2011). Por si todo esto fuera poco, la historia da comienzo en un futuro cercano de nuestra era, donde un grupo de robots conocidos como Centinelas han exterminado a casi todos los mutantes del mundo.
Dentro de este mar de confusión cinematográfica la película parte de una premisa simple, viajar en el tiempo hacia el pasado y evitar el asesinato por parte de un mutante que hizo que el gobierno creara los Centinelas en primer lugar y con eso salvar al futuro. Esto lo consiguen gracias a uno de los miembros más insípidos que jamás hayan estado en los X-Men (Shadowcat), quien tiene el nada-explicado-poder de hacer que la mente de las personas viaje en el tiempo. Dado que el argumento de las películas de X-Men gira invariablemente en torno a Wolverine, es él quien tiene que viajar al pasado y evitar que el mundo sea destruido.
Una puede ver aquí muchas oportunidades para esta trama. Wolverine viajará al pasado y conocerá a todos los X-Men y los villlanos de la película X-Men: Primera generación, ¿cierto? ¡Falso! Porque todos ya están muertos sin pena ni gloria alguna, solo con una pequeña mención que justifica su ausencia. En realidad se mostró poco interés en rescatar personajes se esa película, en pos de utilizar personajes de los cuales ya estábamos cansados, como Striker, y meter a otros completamente ridículos y fuera de lugar como Quicksilver.
Pero la verdadera burla se la llevan las situaciones absurdas y contradicciones de la trama que aparecen constantemente forzando a la película a avanzar en una dirección nada natural.
- ¿Era necesario rescatar al Magneto joven de prisión para ayudar a salvar al mundo? El Magneto viejo aconseja que se haga, es verdad; pero por qué? El mismo sabe que era un hijo de su magnética madre en ese entonces. ¿Por qué liberarlo y complicar la trama como inevitablemente iba a pasar?
- ¿En serio el gobierno tardo 50 años en crear los Centinelas sin que nadie en el mundo supiera? Cualquiera diría que algún prototipo de estos robots, de los cuales ya existían en los años 70’s, hubiera ayudado a Striker cuando atacó la mansión de Xavier en X-Men II.
- ¿Cómo conoció Wolverine a Quicksilver?
- ¿Qué paso con el suero anti-mutante de X-Men III y porque no lo usan contra los mutantes en el futuro?
- ¿Porque Xavier de pronto le interesa más caminar que tener sus poderes?
- ¿Porque Bestia tiene forma humana?
Todas estas cosas, lo que podemos llamar errores de continuidad, son problemas que ha tenido la saga desde el inicio, pero aquí lo vemos todo junto, sin reservas y sin ningún tipo de reparo. Al final de la película ocurre algo que aparentemente repara la cronología de la historia; pero no deja de ser una excusa pobre para justificar años y años de películas mediocres.
Al fin de cuentas tenemos una película de super-héroes con viajes en el tiempo, con muchos menos personajes de los que uno podría suponer a primera impresión, una trama sencilla salpicada por momentos de absoluta ridiculez y, claro está, a Wolverine, el personaje icónico de la saga que ya nos había empezado a cansar aún desde antes que las películas pasaran a llevar su nombre en el título. Vagamente recuerda a la historia de un comic del mismo nombre.
Pero con todo y lo anterior mencionado, y para ser justos, es la mejor película de los X-Men que ha llegado en mucho tiempo y una de las mejores de toda la saga (que no es mucho decir en realidad). Lástima que cargue con el lastre de sus pre-secuelas horrendas y sus spin-off desagradables. Y más vale que no se emocionen con esperar un final épico para la saga, aquí no hay tal cosa, y al juzgar por la escena post-créditos, aún hay X-Men para rato.
2 MOJONES [*]