Que es mejor, el libro, o la película que en él se inspira. Aquí tenemos las respuestas.
SINOPSIS
No vi la película de culto del mismo nombre de 1960, lo
siento mucho si decepciono a alguien. Pero si vi la película del 2002 y es la
que comparamos esta vez con una de las grandes obras de Herman Geoge Wells. En
los 3 casos el producto es llamado igual: La Máquina del Tiempo, un título
bastante descriptivo por sí mismo.
Aunque tanto la novela de 1895 como la película del 2002
partan de una misma premisa, en realidad hay muchos cambios entre una y otra.
Sin entrar en detalles de alguna en especial, por ahora, lo que ambos productos
comparten es que el personaje principal construye una máquina para poder viajar
a través del tiempo. Con esta máquina viaja al futuro y queda atrapado en un
tiempo post-apocalíptico donde 2 razas habitan la Tierra y una se alimenta de la
otra para sobrevivir. Después de comprender los misterios de ese mundo y recuperar
su máquina, parte nuevamente hacia otro tiempo. De ahí en adelante, hay muchas
diferencias; y hay que analizar algunas de ellas para poder decir que producto
es mejor y más disfrutable.
ANÁLISIS
El libro nos cuenta la historia del científico creador de la
máquina del tiempo, llamado simplemente El Viajero del Tiempo, desde el punto de
vista de uno de sus amigos con quien compartió su descubrimiento. El amigo es
quien narra lo que el Viajero le cuenta, como contando la historia de una
historia que te contaron; pero no por eso menos descriptiva. La única
motivación del viajero es la ciencia, y eso lo lleva a viajar al futuro para
conocer el destino de la humanidad y traer pruebas de su viaje. Es entonces
cuando llega al futuro post-apocalíptico antes mencionado y ve como la raza de
los Morloks se alimenta de la raza de los Eloi, ambas razas con conducta más
animal que de hombre. Cuando descubre la verdad recupera su máquina y escapa.
Comenzando a viajar constantemente al futuro para ver brevemente otras razas y
finalmente el fin del mundo y el universo. Satisfecha su curiosidad, regresa;
pero sin pruebas de lo que experimentó, por lo que realiza otro viaje más del cual jamás regreso. Un
libro muy entretenido, fascinante de principio a fin y con una lectura fácil de
seguir. Un paso con pie más que firme para inicios de la literatura de ciencia
ficción (recordemos que esto se publico en 1895).
La película no nos muestra un viaje por conocimiento del viajero del tiempo, que aquí es nombrado Alex Hartdegen. La motivación del personaje
en la película es muy diferente. Al morir su prometida durante un asalto a mano
armada, Hartdegen enfoca toda su investigación científica en crear una máquina del
tiempo y volver al pasado para salvarla. Sus esfuerzos dan frutos y consigue
crear la famosa máquina, pero al regresar a salvar a su prometida simplemente
muere de otra forma, lo que lo encamina a viajar al futuro para buscar una
razón por la cual no puede cambiar algo del pasado. Su viaje lo lleva al mundo
post-apocalíptico del que ya hablamos donde vemos como unos más grandes y
fuertes Morloks se alimentan de unos más humanos y racionales Elois. Aunque la
misión siga siendo recuperar su máquina y salvarse, la historia nos lleva a
otros giros que quizás pequen un poco de ser al estilo americano, pero no por
eso menos entretenidos y satisfactorios. El memorable viaje al futuro para ver
el fin de los tiempos no está, pero en su lugar tenemos un desenlace más
completo tanto para la trama, para el mundo, para el personaje principal y
cerrando (contrario a todo lo que uno puede creer) el arco argumental que
inició arranco la historia en esta ocasión.
Si el libro en primera instancia aportó mucho al mundo de la
ciencia ficción, la película del 2002 lo llevo a otro paso, tomando elementos
prestados de otros análisis y argumentos relacionados con los viajes en el
tiempo más actuales, como las paradojas de causalidad (o como me gusta llamarlo
el Efecto Terminator). En la película tenemos un personaje principal más
desarrollado y con el cual sientes verdadera empatía por su humanidad y no su
distanciamiento científico del mundo natural. Tiene un final completo; pero no
por eso sin dar paso a usar tu imaginación. Es básicamente una buena película
que toma su base de un libro muy bueno, agregando elementos que la hacen aún
más única y disfrutable.
Conclusión:
El libro es bueno; pero la película toma casi todo lo bueno de él y la hace aún
mejor.