Otro día, otro Papa

¡Ya tenemos nuevo Papa! Y a menos que Benedicto XVI regrese a retomar el poder quizás veamos algunos cambios en el Vaticano en los siguientes meses con un Pontífice que a todas luces se ve mucho más humilde y reservado que sus predecesores. Quizás nos llegó el momento de tener Papa más reservado, y más involucrado con los problemas de su propia iglesia que los del resto del mundo. ¿Ahora tenemos un Papa aburrido? Quizás, solo el tiempo lo dirá; pero ya va siento tiempo de descansar de las celebridades que tuvimos a los largo de los años, de las cuales haremos un pequeño repaso. Benedicto XVI, el Desertor. Se hizo tristemente famoso por sus discursos de odio e intolerancia hacia los homosexuales, por defender a la Santa Inquisición aludiendo que fue algo favorable para la Iglesia, y por no apoyar en las campañas que promoción del condón en África. No dudo que el mismísimo Jesucristo estuviera en contra de cosas infernales como el condón; pero las cosas debieron manejarse con tacto en lugar de utilizar una actitud medieval. Benedicto aprendió de mala manera que todos esos pensamientos arcaicos ya no tiene lugar en el mundo de hoy. Juan Pablo II, el Viajero. Es por mucho una de las personalidades que llego a ser más quería, incluso por los no-católicos… es más, incluso por los no-creyentes. Ha sido el Willy Wonka de los Papas; pero como su apodo lo indica, paso su tiempo como cabeza de la iglesia viajando en lugar de prestar atención en los asuntos administrativos del vaticano y siendo la cabeza de la iglesia y el nervio central de las tradiciones católicas. Todos quieren a un líder carismático, pero hay que tener en cuenta que el carisma no puede entorpecer el labor del liderazgo que debe tener un jefe de estado. Juan Pablo I, el Fugaz. Elegido como Papa en el Conclave del 26 Agosto 1978… murió un mes después. Bad Luck Papa. Pablo VI, el Rebelde. Siempre estuvo envuelto en polémica debido a los cambios que se realizaron en el Vaticano desde que fue elegido en 1963. Quizás solo quería mantener a la iglesia al pie de los tiempos modernos pero los cambios propuestos y realizados por Pablo VI fueron demasiado drásticos muy rápidamente. No se pueden sembrar campos nuevos de un día para otro. Eso sumando a que no era el pontífice con mejor memoria, que no tenía talento para los idiomas y no poseía una escritura sobresaliente como sus predecesores, todas estas características que un líder de esta posición deberían tener. Ahora tenemos a Francisco I, ¿Cómo lo recordara al pasar de los años? ¿el Aburrido? ¿El Humilde? Dejemos que el tiempo hable por sí mismo y que la Santa Iglesia Católica deje de avergonzarse a sí misma como ha venido haciendo desde hace tantos años.